Crece y se desarrolla en zonas planas o de poca pendiente, sobre suelos arenosos, con rocas calizas y en altura. Los climas son áridos o semiáridos.
Para su crecimiento óptimo, deben estar a pleno sol, en suelos rocosos arcillosos y/o calizos, bien drenados y pobres en nutrientes. Tolera muy bien largos periodos de sequías.
Son capaces de resistir heladas de hasta -5 ºC, siempre que la tierra permanezca seca.
Crece muy bien en rocallas, maceteros grandes y zonas ajardinadas.